Volvemos a estar inmersos en periodo vacacional, y ya sabemos que a los amigos de lo ajeno les gusta tener vía libre para actuar. Ya os hemos contado en algunas ocasiones trucos sobre seguridad y vacaciones, lo cierto es que en esa entrada tenéis los mejores consejos para evitar en lo posible la desagradable experiencia del robo en el domicilio.
Los momentos más cruciales
Contenidos
Lo cierto es que los datos indican que casi la mitad de los allanamientos se producen en los períodos de salidas cortas. Las escapadas de dos o tres días. Quizás se debe a que para esas salidas tan cortas bajamos más la guardia. Es decir no se lo ponemos difícil. O lo que es decir lo mismo se lo ponemos fácil.
Cómo les gusta a los cacos entrar a la vivienda
Si pudiésemos preguntarles la respuesta sería sencilla, «lo más discretamente posible». En los allanamientos de vivienda hay una cosa que los diferencia claramente de los de locales comerciales. El ladrón no suele, por lo general, conocer el interior de la vivienda. Eso le obliga a pasar un tiempo indeterminado dentro de ella. Hasta que localice lo que realmente le importa. Le obliga a revisar todos los rincones, en busca de una caja o de joyeros, etc.
En cambio en los allanamientos de locales comerciales, lo habitual es conocer por anticipado dónde están los expositores más «golosos». Los golpes suelen ser rápidos y no importa que esté sonando la alarma. Se conocen la media de tiempo de intervención de las fuerzas del orden. Tienen un tiempo máximo para realizar el robo.
Debemos ponérselo muy difícil
El truco para dotar de más seguridad a nuestro hogar es claro, dilatar el tiempo que precisan para acometer el allanamiento. Cuánto más tiempo tengan que dedicar a acceder a la vivienda, más fácil que desistan de intentarlo.
Así unas persianas bajadas son un inconveniente menor. En cambio las rejas en la ventana es un elemento disuasorio brutal. Para «reventarlas» se precisa de más tiempo y los métodos suelen ser poco discretos.
Disponer en las ventanas y puertas de accesorios que las impidan ser forzadas con facilidad:
- cerrojos en ventanas,
- en ventanas o puertas correderas, topes para que no corran. Listones de madera por ejemplo.
- cerraduras invisibles en las puertas,
- cerraduras que eviten saber qué tipo de cerradura es a simple vista…
Amargarles la discreción…
Entrar con la mayor discreción posible… Para evitar la tranquilidad de los «amigos de lo ajeno», no hay nada como una iluminación potente. En viviendas unifamiliares, una iluminación en condiciones, que evite zonas en sombra o ángulos muertos puede ser crucial. ¿Por qué? para ellos el cobijo de las sombras es el mejor aliado, vamos a eliminarlo.
Habrá que piense que es una locura tener una buena iluminación encendida toda la noche. Y es cierto es un derroche que no viene a cuento. Para ello existen los detectores de presencia. En cuanto en una zona se detecta movimiento se encienden las luces de esa zona. El plus de la seguridad, es que al tiempo con un pequeño retardo, se encienda una luz del interior de la casa.